martes, 5 de abril de 2011

RONALDO, MI NIÑO JOSÉ MANUEL, EL PARTO Y LA FELICIDAD


Ronaldo Nazario Da Lima, Ronaldo, el auténtico, el fetén, el "gordito" como dicen ahora para diferenciarlo de Cristiano, siempre estará en la historia de mi vida personal y familiar. El parto de mi hijo José Manuel coincidió prácticamente con su fichaje por el Real Madrid. Estaba en la sala de partos, en maternidad, junto a mi esposa, Reme, esperando a que mi José Manuel por fin quisiera venir al mundo, después de 42 semanas de embarazo, y uno, madridista hasta los tuétanos, pendiente de la radio, a ver si se confirmaba el fichaje, que llevaban semanas negociando Moratti, presidente del Inter de Milán y Florentino Pérez. Mientras, en la sala de partos las cosas parecían torcerse: averías en aparatos, mareos de matronas, fallo en la epidural, en fin, una cosa de locos para un primerizo como yo, pero aún así me quedaba tiempo para tener los auriculares puestos y el Marca y el As en la mano esperando la fumata blanca. Me tuve que salir yo de primera línea de maternidad (iba al baño cada cinco minutos) y dejar a mi cuñada Inma, para que se acabaran los problemas y el niño por fin quisiera venir al mundo. A eso de las 5 de la tarde del 23 de agosto de 2002, me meto, pues había prometido a mi esposa a última hora que asistiría al parto, pese a mi aprensión, porque algo ásí no se lo puede uno perder, como por causas que no vienen al caso, me pasó con mi hija Alexsandra. Estuve junto a mi guapísima y abnegada mujer (la que es guapa, lo es hasta dando a luz) en el momento en el que mi José Manuel salió del vientre de mamá, y embobado y casi llorando, hasta me atreví a cortar el cordón umbilical, yo, el tío más manazas del mundo. Sin lugar a dudas, el MOMENTO de mi vida. Inolvidable. Lo más grande. Incomparable. Pues bien, emocionado me voy a casa a descansar y prepararme a volver al Hospital, cuando en Radio Marca, por fin, estaban hablando del fichaje de Ronaldo hecho realidad por el Madrid. Con la mano en el corazón, les digo que si existe la felicidad, eso fue lo que yo sentí, durante quince o veinte minutos. No me hubiera cambiado por nadie en el mundo. Levitaba. Lloraba mientras iba en el coche. Al ratito, no salgo de mi asombro, cuando compruebo que lo que emitía Radio Marca en el programa de Paco García Caridad era una grabación de unos horas antes, cuando se había dado por hecho el fichaje, pero que finalmente no se había consumado. Increíble. Seguía estando contento, José Manuel es lo más grande para mi de este mundo, pero me echaron agua al vino, si les soy sincero. Pasó una semana, el niño ya estaba en casa, estaba llena de gente que venía a visitar al niño...y a preguntar por el fichaje del nueve de Brasil. Era impresionante. Mi mujer estaba molesta, lógicamente, porque ella odia el fútbol, y le importaba un bledo, pero todo el mundo hablaba de lo mismo. Hasta que por fin el 31 de agosto, poco antes de las 00,00 horas, se dio la noticia de la fumata blanca. Ronaldo ya era madridista. Mi mujer aún se acuerda de aquello y no precisamente con alegría. Ni que decir tiene que la primera camiseta del niño fue la número 11 de Ronaldo de aquel primer año en el Madrid (el nueve era de Morientes), y el niño está inscrito en el Real Madrid desde que nació con su carnet de Madridista. Podré ser igual de feliz, cualquier minuto de cualquier hora de cualquier día, pero aquella sensación, aquella emoción del día 23 de agosto de 2002, con mi niño, hoy un precioso, listo y noble chaval de 8 añitos, más el "fichaje" del ansiado Ronie, nunca, repito, nunca, la olvidaré. Aunque mi nujer nunca llegue a entenderlo.

sábado, 2 de abril de 2011

19 AÑOS SIN JUANITO



Hoy se cumplen 19 años de la muerte de Juan Gómez "Juanito". Casi paisano, de Fuengirola, despuntó como un auténtico fenómeno en el Burgos, donde hizo partidos increíbles. Antonio Martínez Laredo, más madridista que Bernabéu lo malvendió al Madrid por 27 millones, cuando el Barça ofrecía hasta 50 millones. En el Madrid no todo fue un camino de rosas, ni siempre estuvo tan bien mirado por la afición como ahora quiere hacérsenos creer. Cuando fui por primera vez a Chamartín en 1980, los tres jugadores más criticados por la grada eran Juanito, Isidro y, adivinan quién, Vicente Del Bosque. Héctor del Mar, el gran narrador de la época, le bautizó como "Supersónico" y junto a grandes encuentros, alternó con grandes "cagadas" como la de Munich, entre otras. Era un extremo explosivo y goleador, y formó una delantera histórica junto a Santillana. En sus últimos tiempos en Madrid, y cuando ya no era titular indiscutible, con la llegada de la "Quinta del Buitre" sí se hizo ídolo de la afición blanca, con estampas como aquella salida del campo tras ser sustituido en el descuento del inolvidable Real Madrid 4; Borussia 0. Se tuvo que ir de su gran amor, el Real Madrid, por la infamia del pisotón a Matthaus. Vino al Málaga y se reconcilió con la afición malaguista, que siempre le puso al pie de los caballos cuando visitaba La Rosaleda de blanco. Su gol de vaselina al Madrid en 1989, conmigo en el campo junto a mi padre, fue espectacular. Pintaba para gran entrenador cuando una noche de abril de 1992, tras ver a su Madrid ganar por la mínima (2-1) al Torino, en la ida de las semifinales de Copa de la UEFA, se mató en accidente de tráfico a su vuelta a Mérida, donde entrenaba al equipo titular. Al día siguiente, hubo una manifestación multitudinaria en Vélez-Málaga contra la "Inseguridad Ciudadana" y no podía casi ni andar del pesar que tenía por la noticia. Juanito, minuto 7 en Chamartín: "Illa, Illa, Illa, Juanito Maravilla". Nunca te olvidaremos.
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