miércoles, 13 de julio de 2011

...Y A NUESTRA DERECHA, ¡DON SANTIAGO BERNABÉU!


Al Real Madrid le cerraron por primera vez en su trayectoria el estadio por el tristemente célebre episodio del "Loco del Bernabéu", aquel ultra sur, quien con un pasamontañas del Madrid, se tiró al campo acabado el partido de ida de Copa de Europa entre el equipo blanco y el Bayern Munich, semifinales partido de ida. El austriaco Linnemayer no estuvo bien, escamoteando un claro penalti a Santillana, y por la colleja del individuo, la UEFA le metió dos partidos fuera de Chamartín, que cumpliría al inicio de la Copa de Europa 1.976-77. La primera eliminatoria fue contra el equipo polaco del Stal Mielec ¡en Valencia! ¿Se lo imaginan hoy en día? Y para la segunda eliminatoria, se escogió La Rosaleda para medirse al difícil Brujas. Era la noche del 20 de octubre del 76.

Hacía un viento del mil demonios. Íbamos en el "Cuatro Latas" de mi padre, éste, mi amigo Juani Pérez Martín y quien suscribe. Cuando llegamos a Málaga le pregunto a mi padre que a esas horas por donde estará el mítico don Santiago Bernabéu. Mi padre, José Moreno Pérez, el más grande madridista de la Axarquía, miró su reloj y dijo algo así como "pues debe estar camino del estadio". No habían pasado ni cinco minutos, cuando en un atasco monumental en pleno centro de Málaga, miro a mi derecha y veo, o parece que veo, cuan aparición mariana, la inconfudible efigie de don Santiago. ¡Papá, papá, ahí está Bernabéu! Juani "el del Faro" se quedó mudo, pegó su cabeza a la ventanilla mirando atónito al Mercedes que, efectivamente trasladaba al octogenario presidente al campo de fútbol malacitano. Mi padre, con esa espontaneidad que le caracterizaba, me dijo que abriera la ventanilla del copiloto, y empezó a hacerle gesto a Bernabéu y sus acompañantes, uno de ellos el gerente, don Antonio Calderón. Por fin, a pesar del ruido existente en la calle, le oyeron y aunque fuera casi inaudible, mi padre pudo, con ambos coches en paralelo, dirigirse al legendario dirigente y explicarle que se carteaba con él y el Madrid y que le deseaba lo mejor al Real Madrid. ¿Le escucharon? Yo creo que sí...y si no, ¿qué mas da? A todo esto, mientras Juani permanecía callado contemplando la increíble escena, yo no paraba de gritar ¡Hala Madrid, Hala Madrid! En fin, así conocimos al hombre que, junto a Di Stéfano, y muchos más, encumbró al equipo merengue a la cima del fútbol mundial. A todo esto, el partido fue malísimo, acabó 0-0 y Jensen falló un gol que me acordaré toda la vida. En la vuelta, el Madrid eliminado por 2-0. Pero, gracias a aquella casualidad, conocimos a don Santiago Bernabéu, el más grande. Lo nunca visto.
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