sábado, 29 de junio de 2013

DE JOSÉ MARÍA GARCÍA A JOSEP PEDREROL: LOS EFECTOS DE LA ERÓTICA DEL PODER.


JOSÉ MANUEL MORENO

Oigo la radio, especialmente la deportiva desde que tenía aproximadamente 10 ó 11 años. En una radio de esas antediluvianas que hoy son piezas de museo, escuchaba todos los días RADIO GACETA DE LOS DEPORTES con Juan Antonio Fernández Abajo y Joaquín Ramos, y aquella mítica rueda de corresponsales con Alfredo Rueda desde Barcelona o Miguel Martín Alonso desde Málaga. Radio limpia, plenamente informativa, hecha para atraer a nuevos aficionados al fútbol y a los deportes entonces de moda, a la cabeza el boxeo y el ciclismo. ¡Cuánto hemos cambiado! Y los domingos, antes que el CARRUSEL DEPORTIVO de Vicente Marco y Joaquín Prat de unos años después, el no menos mítico DOMINGO DEPORTIVO ESPAÑOL de Radio Nacional con Joaquín Ramos y Fernando Molero. Eran aún los tiempos que a las horas en punto todas las emisoras tenían que conectar con el Boletín de Noticias de RNE, que a las 2 de la tarde y a las 9 de la noche se llamaban populamente el PARTE, desde los tiempos infames de la Guerra Incivil. Cuánto aprendí de aquellos excelentes comunicadores, que utilizaban el lenguaje como Zidane el balón, con finura y elegancia. A mediados de los 70, empecé a engancharme con José María García, entonces en la SER ( la antigua, antes del desembarco de PRISA). Me quedaba frito a eso de la 1 o 1,30 y mi padre cuando se levantaba a las 7 ó 7,30 me quitaba la radio de mi almohada, aún encendida. Así un día tras otro. "Pablo, Pablito, Pablete" es el resumen de aquella época. Grandes primicias (nadie le tosía al "enfant terrible" Butanito) pero también aburrimiento a espuertas con aquellos interminables circunloquios, hasta que consiguió que el Gobierno de turno promulgara la demoninada "Ley Anti-Porta" para acabar con el mandato del presidente barcelonés, al que García convirtió en su enemigo y objetivo número 1. García no tenía competencia. Un buen día se marchó de la SER, e inventó junto a otros grandes de la radio española como Antonio Herrero, ANTENA 3 quer con el tiempo superó a la SER lo que para vergüenza de propios y extraños motivó que el Gobierno socialista permitiera que la todopoderosa SER se tragara a la cadena que no solo le tosía, sino que la superaba en audiencia. El llamado ANTENICIDIO. Butanito desembarcó en la COPE junto a casi todos sus compañeros. No obstante, a García no había quien le aguantara y, para mi, menos desde que la tomó con el presidente blanco Ramón Mendoza. Dije: "Ahí te quedas, pesao".

Y volví a la SER y poco después comenzó alguien nuevo, al que conocía desde años atrás fundamentalmente por su trabajo de reportero en el TOUR DE FRANCIA. Se trataba de José Ramón de la Morena. Era una radio distinta. ¡Hasta te reías! Divertida, amena, con colaboradores como Lama, González, etc, que se les veía a la legua que iban para cracks. Y me tiré más de una década oyendo noche tras noche a De la Morena, al que incluso conocí en enero de 1995, cuando asistí en Gran Vía, 32 a su programa EL LARGUERO. No me pareció en persona nadie especial, ni carismático, de hecho me resultaron más simpáticos y con más chispa personal el inefable Manolete o José Damián González. Pero seguí escuchándole año tras año, esperando sus primicias, hasta que me falló cuando un día en 2005 paró la programación de la SER ( con la que yo colaboraba en Vélez y hasta llegué a participar en el programa) para anunciar el fichaje del centrocampista del Arsenal Vieira, cosa que nunca se produjo. Aquello me decepcionó, aunque seguí escuchándole varios años más. Lo que me reía sobre todo los jueves con aquellas tertulias con el genial Tomás Guasch, Emilio Pérez de Rozas, entre otros, la verdas es que me desternillaba.

Hasta que un buen día, allá por el mes de septiembre de 2008 me enteré que Josep Pedrerol, al que conocía de sus tiempos en el mejor programa deportivo de todos los tiempos en la televisión de España, EL DÍA DESPUÉS iba comenzar una nueva aventura llamada PUNTO PELOTA. Bien, empecé a verle en INTERECONOMÍA, una cadena pequeñita en comparación con Antena 3, Tele Circo, perdón Tele 5. Y me ganó para la causa. Siro López, Tomás Roncero, Elías Israel, Iñaki Cano, Álvaro Benito (para el mi gusto el mejor), Lobito Carrasco, el propio José Damián González....un amplio elenco de periodistas reconocidos entre los que no faltaba la cuota barcelonista, con Carme Barceló a la cabeza. Y me divertía, era otra cosa. Bueno, la verdad es que me partía el culo de risa, noche tras noche, y encima Pedrerol daba multitud de primicias, sobre todo relacionadas con mi Real Madrid. No dejé de verlo, noche tras noche, aunque ¡madre mía! aquello acababa primero a las 2, después a las 2,30, casi a las 3. Pero me hice un fan del programa. Se lo recomendé a todos mis amigos y conocidos. El programa tuvo un éxito fulgurante a pesar de la escasez de medios, y los maratones con motivo de los Clásicos aumentó su popularidad. Pero llegó la temporada que ahora termina. Un punto de inflexión: Mourinho, del que nunca me gustó su estilo, totalmente contrario a los que hubo casi siempre en el Madrid y desde luego muy ajeno a la deporitividad que a mi me gusta por encima de todo, sienta a Casillas en La Rosalesa. Y yo le eché la cruz. Nunca se lo perdonaré, independientemente de que Iker haya podido hacer también algo malo. Pero para mi como para millones de aficionados, merengues o no, San Iker era y sigue siendo intocable. Lo siento, se lo ha ganado. Y Pedrerol se alineó, junto a todos los redactores del programa ( no así los colaboradores en su mayoría, comenzando por mi amigo Roncero) como Siro o Luque de una manera radical con Mou y en contra de Casillas. Y Josep permitió que noche tras noche Siro insultara una y otra vez al mejor portero del mundo con el latiguillo de "Chivato". Y el Loco Gatti, pelota total de Pedrerol, y con el que me divertía años atrás, empezó a darñe caña a alguien, que sin ser perfecto, le da mil vueltas a él como portero. Y PUNTO PELOTA dejó de divertirme, me estresa, me pone de mala leche. Es difícil de desengancharse después de casi cinco años, pero estoy a cinco minutos de mandar a la porra a PUNTO PELOTA, como me consta que lo está pensando alguno de sus más renombrados colaboradores, hartos de la deriva del programa. Hablan con un odio, una cólera y un resentimiento contra Casillas... Estaban tristes los tíos la otra noche porque España había ganado a Italia, cuando yo estaba eufórico. A Josep Pedrerol, como a José María García en su día, o al propio José Ramón de la Morena años después, le pudo el ego, el poder de sentirse líderes. Traicionó los signos de identidad del programa. Dejó de pensar en todos sus oyentes, solo habla para un sector muy concreto, para los mal llamados mourinhistas, que no tienen nada de madridistas. Y ya la entrevista al propio Mou, ¡uf! qué fuerte Josep, qué baboseo, es la anti-entrevista por excelencia a un personaje tan controvertido. En fin, que a menos que Josep y el programa cambien, que ojalá suceda, por otra parte, ando buscando cobijo para las noches, si no, volveré a  la radio deportiva o a otros formatos televisivos. Y si no, a dormir contando ovejitas...

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