lunes, 9 de agosto de 2010

EL "7" DEL REAL MADRID: UN MITO DETRÁS DE OTRO








El número 7 siempre fue mítico en el Real Madrid, solo al alcance de los elegidos para este deporte. El primer gran siete madridista fue un menudo futbolista francés Raymond Kopa, que maravilló en la final de la Copa de Europa de 1956, jugando con el Stade Reims. Ganó por los pelos el equipo de Santiago Bernabéu y este fichó a “Napoleón”, que pasó a jugar de extremo, porque su puesto de ariete lo ocupaba nada menos que el gran Alfredo Di Stéfano. El siguiente grande con ese número a la espalda fue el “gallego sabio”, arrebatado al Barcelona en unas duras negociaciones, y que ha sido el mejor regateador que he visto jamás en España. Su nombre: Amancio Amaro. 14 años en el club blanco, retirándose como Dios manda, de blanco, con 36 años. El siguiente en portar tan legendario número fue el llorado Juanito, el fuengiroleño, criado en la cantera del Atlético de Madrid, y que Martínez Laredo vendió al Madrid del Burgos que presidía por ¡27 millones! Juanito fue genio y figura, capaz de lo mejor y lo peor. De levantar al público de Chamartín y de pisarle la cabeza a Mathaus. Terminó jugando en el Málaga y en Los Boliches. Una noche, la del 2 de abril de 1992, perdía la vida, cuando venía de ver a su Madrid ante el Torino. El siguiente fue cosa fina. Don Emilio Butragueño Santos, un caballero dentro y fuera de los terrenos de juego, que inventó lo de ir a Cibeles a festejar los triunfos futbolísticos con sus cuatro goles a Dinamarca en Querétaro. “Oa, oa, oa, Butragueño a la Moncloa”, clamaba el pueblo en junio de 1986. Se retiró por culpa de un “Ferrari”, mote que le puso nuestro paisano Fernando Hierro a Raúl González Blanco, el chaval de la Colonia Marconi, que se fue al Madrid cuando Jesús Gil cerró la cantera colchonera. Gracias, don Jesús. El 7 de España ha sido el nuevo Di Stéfano, ha jugado, ha goleado, ha corrido, ha liderado y ha mandado mucho. Su comportamiento en su único año de suplente, irreprochable. Su marcha a Alemania, sorprendente. Hasta en eso se parece al gran Alfredo, que terminó de mala manera dos años en el Español. Como él, también volverá a la Casa Blanca. Claro que el siguiente siete no será moco de pavo, es portugués y le discute a Leo Messi la supremacía del fútbol mundial: Cristiano Ronaldo. ¡Vaya tradición de sietes en el Madrid!

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