El otro día, en una radio comarcal, oía como una señora decía que se apellidaba Albañil. Anoche vi en un programa televisivo a una autoridad viguesa que se apellida Porro y aun recuerdo el cachondeo que había en Vélez allá por los 70 con el nombre y apellidos de una conocida directora de colegio: Purificación Conejo Enamorado. Incluso mi madre, que no solía mentir nunca, me aseguraba haber conocido a una señora cuyo nombre era nada menos que Dolores Fuertes de Barriga. Pero llevado el tema de los apellidos y apodos "curiosos" al terreno futbolístico, nunca se volverá a dar la circunstancia que un equipo reúna en su plantel a Ovejero, Becerra, Cabrero, "Ratón" Ayala, aderezados de "Panadero" como el Atleti de los 70. Bien mirado, igual de curioso que tengamos un "Zapatero" de presi del Gobierno. ¡Que cosas!
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